9 de octubre de 2007

Insomnio

De nuevo el sueño recurrente. Me persiguen. Hago inútiles esfuerzos por avanzar pero mis músculos se rehúsan a cooperar. Están por alcanzarme. Despierto sobresaltado, sudando. Veo el amenazante reloj despertador que con su luz roja me grita: las cuatro de la mañana. Me molesto. Falta a penas una hora para meterme a la ducha y empezar el nuevo día. Trato de cerrar los ojos con la esperanza de dormir la hora más larga de mi vida. No lo consigo del todo. La hora se convierte terriblemente larga, tal como lo deseaba. Pero no puedo dormir, ese pequeño detalle la transmuta a la hora más insoportable en mucho tiempo. La cabeza me explota. Los ojos me duelen. Enciendo el televisor. La luz de color azul eléctrico del aparato invade violentamente la oscura habitación e impacta directamente en mis ojos. Hago un gesto de dolor y me cubro la cara. Sospecho que mi plan puede no ser tan certero, ver televisión esta vez no ayudara a conciliar el sueño. Tengo la boca seca y un sabor desagradable se mantiene en mi paladar. A regañadientes me levanto de la cama y arrastrando los pies salgo de la habitación. Me dirijo a la cocina. En el corredor que de mi cuarto lleva a la sala, siento un desagradable frío en los pies. Tardo unos segundos en darme cuenta que acabo de pisar un charco de orines del maldito perro. Me saco los calcetines, los tiro por un lado y susurro una maldición que solo pudo escuchar el famoso perro que me observa con sus tímidos ojos vidriosos. Por fin llego a la cocina. Abro el refrigerador y el frió que de él sale refresca momentáneamente mi febril cuerpo. Agarro un pomo de agua helada y lo pongo en mi adolorida cabeza. Tomo tres o cuarto tragos largos del agua helada y regreso lo más rápido posible a mi habitación. A pesar del insoportable calor me envuelvo entre las sabanas húmedas por el sudor, estoy dispuesto a pasar la hora que me queda refugiado en las benditas sabanas. Diez minutos. Quince minutos. Veinte minutos. El sueño se hacia presente por fin a los treinta minutos de presionar sin cesar el botón del control remoto que avanza los canales del televisor. Hago un parpadeo largo y profundo, el peso de mi cuerpo se multiplica por cuatro. Quedo dormido. Un minuto, dos minutos. Cinco minutos. Me despierta de nuevo la insoportable sensación de querer orinar. Maldigo el momento en que decidí beber de la jodida botella. Me dirijo al baño y al ver el último chorro del líquido corporal regreso a cama. Claro, sin sueño. Veo el amenazante reloj despertador que con su luz roja y sonido estridente me grita: las cinco de la mañana. Regreso al baño. Me ducho. Con rasuradora en mano levanto mi vista al espejito roto y por primera vez veo mi rostro. Mis ojos lucen tristes, hundidos, secos y rodeados por una aureola grisácea. Me sorprendo, jamás me vi así. La piel seca, sin ningún brillo y blanca en demasía. Parezco un cadáver. Me dispongo a continuar la rutina, me corto la barballia con la rasuradora, sangre. Me lavo. Me doy un golpe en el dedo gordo del pie derecho al abrir la puerta para salir del baño. Con dolor y cojeando me apresuro al cuarto. Veo el amenazante reloj despertador que con su luz roja me grita: las seis de la mañana. Me visto apresuradamente con la ropa sin planchar. No habrá tiempo para desayunar. Llego al carro, lo arranco y avanzo dos cuadras. Tres cuadras. Cuatro cuadras. Veo a Lidia Sárti y la saludo con timidez desde el volante. Siempre me atrajo. Cruzo en la calzada Aguilar Bátres con regular prisa. Confusión. El tiempo se detiene ante mí paso. Veo luces, destellos maravillosos. Sonidos que desconozco. Explosiones de color. Giro. Doy vueltas en el aire. Salgo del auto, estoy flotando. Giro. Floto. Giro. Floto. Mi cuerpo se ha vuelto ingrávido. Me he elevado tanto que apenas distingo el gris de las calles. Empiezo a caer. Siento el viento haciendo fricción con mi ropa, como puedo me despojo de ella. Mi cuerpo desnudo cae a toda velocidad. Maravillosa sensación. Libertad. Libertad… Libre. El cuerpo librado de toda tensión, de todo prejuicio. Me olvido por completo del chucho y sus meados, de las sabanas sudorosas, de la maldita hora en que no pude dormir. Soy libre…fui libre…seré libre. No me preocupo por la caída. Seguramente sigo soñando... Otra vez el sueño recurrente... Despierto agitado. No puedo levantarme. ¿Seguiré soñando?. Veo a los lados. No puedo. Mi cabeza no se mueve. Oigo voces. Hago otro esfuerzo por levantarme pero es imposible. Un olor a sangre y podrido invade la oscura y húmeda habitación. Algo golpea mi nariz. Las clases de anatomía llegan a mi mente. Formaldehído. Siento frío, mucho frío. Estoy desnudo. Siento metal debajo de mi cuerpo. Escucho pasos. Alguien se acerca. Quiero gritar pero no puedo mover un solo músculo. Alguien se para junto a mí. Lo veo. Por que no me ve a los ojos. No…no…que está haciendo. Suelte eso. Suéltelo. Suelte... ¿Qué es eso? No…suéltelo. Suéltelo. Suelte eso. Suelteso. Eso. Una voz fría y ronca interrumpe: “Así dejálo vos, ya vienen por él”. Se aparta. Tengo miedo. No se vaya...no...míreme...puedo mover mis ojos...estoy bien, míreme..estoy bien, bien, míre, bien...Alguien más irrumpe en la habitación…una voz que reconozco, trémula y sollozando dice las palabras que confirman mi sospecha…“Vengo a recoger el cadáver de René Ponce por favor”...Un escalofrío recorre mi columna vertebral y estallo en gritos mudos...Unos hombres vestidos de negro me introducen en una caja de madera y una manta negra cubre mi entorno... Si, y acá estoy todavía, en mi mundo rectangular, con la oscuridad silente de compañia y tratando de dormir un rato, siete años despúes, por éste maldito insomnio...

6 de octubre de 2007

De regreso a casa

Desperté temprano y recorté del periódico el pequeño anuncio de una empresa que contrataría tres ejecutivos de atención al cliente. Debía presentarme a las diez de la mañana con mi papelería completa. La situación era crítica. Llevaba más de tres meses sin trabajo, viviendo a duras penas de lo poco que se iba consiguiendo. Un día antes, pedí prestado diez quetzales que se distribuyeron de la siguiente manera: cinco para dejar de adelanto a la acumulada deuda en la tienda de Mingo y los otros cinco los llevaría por cualquier inconveniente en la faena que emprendería al día siguiente, mi búsqueda de empleo. El pasaje de la camioneta lo resolví juntando monedas producto de los vueltos acumulados en los tiempos mejores. Nancy, mi esposa, amaneció ese día optimista, pensando que esta vez si lo conseguiría, mientras yo era un poco más realista y sacaba conclusiones anticipadas, tomando en cuenta el historial de rechazo la cosa no pintaba a cambiar. Tenemos un pequeño de a penas tres años, al cual no le ha faltado nada gracias a la ayuda de los abuelos. Llegué al lugar y una secretaria atendió; fría, altanera y tajante: «¿Tiene estudios universitarios?», le expliqué que había hecho un par de años en una universidad del extranjero, pero que debí dejar la carrera por la seria situación económica que mi esposa enfrentaba en el país y sola. Ella me respondió cruel y despiadadamente, que eso no les servía y que no me podía pasar a entrevista. Me sentí a morir; que le diría a mi esposa ante el nuevo fracaso, que falsas esperanzas inventaría esta vez para no caer ambos en la desesperación. Pasé horas sentando en un parque pensando en el infortunio de mi vida. Empero, dispuse regresar a casa y compartir mi desconsuelo con ella, la abnegada madre, la esposa comprensiva, la mejor amiga y supe que todo estaría bien; mañana seguiría la titánica búsqueda del mejor porvenir. Abordé la camioneta y fue cuando empezó todo: a las pocas cuadras subieron. Uno de ellos se sentó al lado mío y después de un breve minuto dijo:
« ¿Disculpá, que hora tenés? »
« La una y media », le contesté entre los dientes y ocultando el reloj, petrificado por lo que supuse un hecho. Lo sabía, desde que los vi subir a la camioneta. Lo presentí, ambos subieron fingiendo ir por separado, pagaron el pasaje y uno de ellos caminó rápidamente hacia la parte trasera de la camioneta, mientras el otro iba caminando despacio, buscando un lugar donde sentarse. Recuerdo que había dos asientos desocupados, uno en la segunda fila que daba a la ventanilla derecha y otro en la fila número seis, del lado izquierdo y que daba al corredor; era donde iba yo. Ahí se detuvo y tomó asiento. Lucía nervioso, observé que se frotaba rápidamente las manos, le sudaban, se las frotaba fuertemente contra el pantalón. Llevaba una mochila que cuidaba como a un bebe de pecho, la colocó suavemente sobre sus rodillas al sentarse. Luego hizo la pregunta de la hora a la cuál yo respondí indeciso y tan preocupado que era obvio. Al responder, voltee rápidamente la mirada para otro lado, hacia la ventana, para que ésta no se cruzara con la de él, que la sentía fría, calculadora, como midiendo el miedo sobre mí. Sentí el asecho, sentí acercarse a la muerte sigilosa y mi cuerpo fue poseído por el terror. Observe tímidamente la calle y cerré los ojos una fracción de segundo. Pedí que fuera solamente un ataque mío de paranoia, de los que son tan comunes en todos hoy en día; pero no. Inmediatamente después de darle la hora, prosiguió:
« ¿No me querés comprar una nueve milímetros vos? »
« Este… no… Gracias… » Contesté con un tonito de estúpido y con un gesto de miseria.
« Bien hoooombre. Mirála, esta bien de ahuevo ». Inmediatamente abrió la mochila sin zipper y sacó de ella, efectivamente una pistola calibre nueve milímetros, plateada y con un reluciente relieve que si no mal recuerdo decía: “JERICHO”. Acto seguido la llevó directamente a mi cabeza, empujándola con tanta fuerza que ésta chocó contra la ventana estrepitosamente. Me despojó de toda mi riqueza: una billetera imitación de cuero conteniendo su interior: cinco quetzales, una foto de mi esposa, un fósforo sobrante dentro de su respectiva carterita, seis papeles inservibles, diecisiete tarjetas de teléfono usadas que había traído de Cuba para el recuerdo. Así mismo se apropió de mi reloj, del teléfono celular sin tiempo de aire y de un fólder que llevaba en manos, conteniendo mi hoja de vida que habían rechazado por la mañana en la empresa donde buscaba trabajo.
Mientras era despojado de mis únicos cinco quetzales con los que tenia pensado comprar el pan y café para mitigar el hambre de las horas siguientes, el otro tipo, tal como supuse hacia lo mismo con otro desafortunado en la parte trasera del bus. El piloto se percató aquello e inmediatamente dio un frenazo brusco, les ordenó que bajaran. Mala idea; éstos tipos tienen un odio indómito hacia todo lo que sea prácticamente humano. El de la parte trasera rodó por todo el largo de la camioneta, mientras el que me despojaba descargó su furia contra mi persona pegándome con el arma y ocasionando una herida en la cabeza que inmediatamente empezó a sangrar. Empezó el terror. Como pudo, el que rodaba por los suelos se levantó mientras el otro con el arma manchada de rojo por mi sangre, avanzaba gritando: « Ya se los llevó la gran puta, cerotes de mieeeerda », hasta que llegó junto al piloto. « Seguí manejando mierda », le dijo con una voz ronca que apago todo indicio de sonido a su alrededor, mientras le jaloneaba el pelo, haciéndole mover la cabeza para un lado y para otro, con una cara poseída por el odio, la frustración y el rencor. El otro tipo terminó de despabilarse por la súbita caída y empezó a gritar, amenazando al que pudo, quitándoles celulares, joyas, bolsas, billeteras y un par de zapatos nuevos (aún en su caja) a otra desafortunada. La gente se escandalizó. Algunos lloraban a gritos, otros simplemente sollozaban, otros como yo nos quedamos en un sumiso silencio ante el cruel episodio que nos tocaba vivir y hubieron un par de señoras que gritaban, una más que la otra: Hay mi dios, en el nombre de Jesús, santísimo creador…, ésto terminó de exasperar a los maleantes hasta que, él que llevaba del pelo al chofer le gritó apuntándole con el arma:
« Ya haga sho vieja puta, o aquí mismo le quiebro el culo ». No hizo caso; Jehová hijo del divino, en el nombre de cristo, saca a Satán……
Un retrueno seco seguido de un zumbido fino y olor a quemado la interrumpió; Fue el primero de los tres disparos que habría ese día en aquel bus del servicio público. Luego, todo quedo en un profundo y mortuorio silencio. Yo agaché la cabeza y me di cuenta que en mis pies había un charco de sangre. Me ofusqué. Pensé primero que el disparo había sido certero en alguien cercano a mi posición, pero me sorprendí al sentir la camisa pegada mi la piel, la sentí húmeda y me volteé a ver; la camisa blanca de manga larga, la que había planchado mi esposa por la mañana con la ilusión que conseguiría el empleo, era teñida de rojo; sangre. Sentí un escalofrió y me dije a mi mismo: « Me dieron. Mierda, me dió », empecé a examinar cada parte de mi cuerpo pero no noté nada, solo un dolor insoportable de cabeza. Fue entonces que descubrí que la sangre provenía de la región occipital de mi cráneo que había sido golpeada con toda la fuerza del odio, con la pistola nueve milímetros que me ofrecían en venta a penas unos segundos antes.

El zumbido era constante en mi oído, no escuché a nadie más. Me animé a levantar la vista y descubrí que medio mundo estaba agachado. Miraba la boca del asaltante en movimiento, pero de él no salían palabras, solo entonces ví un poco más arriba y caí en cuenta que la bala había salido por el techo de la camioneta. Todo lo demás ocurrió rápidamente. Recorrimos a gran velocidad un par de cuadras más. Inmediatamente después del disparo y de las palabras mudas, el otro malhechor se acercó a un hombre, se paseaba por sus cincuenta. Lo recuerdo muy bien, iba junto a la señora que había quedado mutada por el disparo. Era un hombre sencillo, se le notaba al verlo. Llevaba un maletín como de mensajero, su pelo escaso y gris, su piel áspera y morena producto seguramente del incandesente sol de todos los días, tenía un bigote grueso y camisa y pantalón color café, este se levantó, y le gritó: « Ishto cerote, a mi no me quitas nada » al mismo tiempo que levantaba su brazo para apartarle el arma que le apuntaba. Pero no le dio tiempo. El tipo que me había golpeado le gritó: «Pilas Muppet, carga cuete» y llegaron los otros dos balazos de aquel infernal día. Impactaron directamente en su tórax, destrozando y partiendo en mil pedazos todos los sueños, los recuerdos, la vida de aquel hombre que terminaba en el asiento de una vieja camioneta, entre veintidós almas aterrorizadas y dos almas oscurecidas; todas sufriendo las consecuencias del fracaso de una sociedad. De nuevo llegó el zumbido aquel que ya había empezado a desaparecer. Me sentí impotente, furioso, ultrajado y violado de todos mis derechos, de todas mis esperanzas y de mis ganas de luchar. Dejé de ser el patriota de siempre y maldije el día en que nació el terror en esta tierra. Ellos ordenaron la detenida del bus y bajaron de un solo salto, gritando todavía: « Ya ven cerotes, por necios… ». Los demás pasaron por encima del cuerpo inerte que yacía tendido a medio corredor y continuaron su camino a casa en otro bus. Yo, bueno...yo tuve que seguir caminando ante la mirada despectiva de la gente por la camisa llena de sangre...

1 de octubre de 2007

Magical Mystery Tour


Hoy me he convertido en ladrón, en un secuestrador de sueños, de ilusiones, de esperanzas, de risas y llantos, de miradas cautivantes, corajes infinitos, amores imposibles y pasiones secretas. Hoy, sentí el sudor de un obrero, los mareos de un borracho, el pudor de una señora, el encantamiento de una enamorada y las ganas de un adolescente. Hoy, me sentí sucio y pervertido, desganado y aburrido, resignado a la miseria, con enojos hacia todo, orgulloso y altanero, seductor y aventurero. Hoy me sentí por ratos guapachoso, reggetonero y termine de roquero. Hoy sentí la impaciencia por llegar a un destino, la despreocupación de mi vestimenta, desalineado y greñudo, me sentí glamuroso, vanidoso y me descubrí metrosexual. Hoy me sentí temeroso y paranoico, con sueño y perezoso, me sentí inocente, puro, volví a ser niño y lloré y luego reí sin parar. Hoy, me encontré ensimismado en pensamientos profundos, en algunos superficiales, en un mar de preocupaciones esotéricas y naufrague en mis lagunas existenciales. Me sorprendí lánguido y taciturno, solitario, desterrado, amarrado, después sentí la alegría y esperanza que trae un recién nacido y luego el dolor e incertidumbre de un duelo prolongado, la desgracia de extrañar a morir, la insaciable sed de amor. Me sentí enfermo y desanimado, me sentí dichoso de encontrarme con vida y eleve una plegaria a Dios mientras leía una Biblia. Hoy sentí el cansancio que deja la jornada, el peso de un canasto sobre mi cabeza, los fríos de un frágil anciano y los calores de una mujer en climaterio. Hoy sentí miradas sobre mí, me sentí juzgado, incomprendido, temido y odiado, discriminado y marginado, decidí matar. Hoy me vi en la necesidad de ser un vendedor de dulces, de lapiceros, de calcomanías, de lo imposible, para llevar el pan a mi casa y darle de comer a mis cinco hijos y mis siete nietos. Hoy sentí la necesidad de robar prendas y luego venderlas para calmar el hambre de mis adicciones, de los demonios que no me dejan paz y que hacen de mi una sombra que arrastra cadenas entre la multitud. Hoy me sentí un estudiante, un albañil, un trabajador bancario, una ama de casa, un desempleado, un vendedor, un abogado, una prostituta, un travestido, una mujer embarazada, una vieja amargada, un fortachón engreído, una joven seductora, un intelectual, un analfabeta, una secretaria, un marero, un drogadicto, un alcohólico, un religioso, un agnóstico, un ateo y por ultimo volví a ser yo... cuando volteé a despedir en silencio a todos los personajes que día a día enriquecen mi acerbo, parado en la puerta de la camioneta listo para saltar en la próxima parada, sin darse cuenta ellos, les robo pedacito de sus vidas y las guardo para mi... Caminando hacia mi destino, observé al autobús alejarse con apuro dejando una estela gris asfixiante. A todos mis compañeros de viaje, les deseo un buen día y espero con ansia verlos mañana para asaltar de nuevo sus emociones. ...Que viaje... pienso mientras camino con un poco más de prisa que al inicio, y me es inevitable pensar en la genialidad de John, Paul, George y Ringo ...cuando sin querer me encuentro tarareando su canción, Magical Mistery Tour... aca se las dejo...


21 de septiembre de 2007

El silencioso correr del tiempo

La patria. Un día cualquiera de un año de tantos. El parque central lleno de gente. Niños gritando y revoloteando de un lado a otro entre palomas alborotadas y ventas de domingo. Entre borrachos, travestís, mujeres de mala vida y ladronzuelos que como ave de rapiña esperan sigilosas caer sobre su víctima indefensa. Inerte es la suerte y lo demás cae por su propio peso. La tarde fresca, el verde claro. El viento sopla suave entre los caminos pedregosos hacia lo imposible; aquellos caminos cruzados, confusos e indefinidos. El destino inevitable. Un pasaje de ida y sin vuelta atrás. El cielo azul volando raso sobre el suelo y a poca distancia; el infierno, acariciando el subsuelo, abrazado de la angustia, del miedo, del temor y de la incertidumbre que nace con toda nueva empresa. Infierno de invierno, invierno de julio, julio de tristezas; de angustias y soledad. Soledad macabra y macabro el día en que el sol decidió asomar su cara ante una ciudad cansada; hastiada y petrificada en el recuerdo de sus tantos días, semanas, meses, años, décadas y siglos de andanzas apresuradas y luego de pereza solemne. De andanzas apresuradas y eterna pereza solemne, de andanzas apresuradas y peraza intermitente. De andanzas perezosas y apresuramientos solemnes. Violada, ultrajada, sobornada y al fin acorazada ante el bochorno de la realidad, por las tantas contradicciones, por el dolor inasible, por el tiempo perpetuo y por la miseria que nunca fue ni mucho menos será ajena.

Del Chapin Idol y otras cosillas...

En Guatemala se vive una euforia por lo del chapín que triunfa pasando a la final de Latin American Idol, hay una Carlos manía total. Salí el jueves por la mañana como todos los días al trabajo, pero este era sin lugar a dudas diferente a otros, en las calles una buena cantidad de gente decidió pintar en sus carros la leyenda “APOYA A CARLOS”, las calles están abarrotadas de foticas del cantante, tanto que hasta opacan los rezagados cartelitos de la pasada campaña política de nuestros queridos politiqueros baratos, emergentes de la clase más sucia y que con sus intenciones macabras de enriquecerse se han olvidado de limpiar su basura. Grandes rótulos luminosos hacen publicidad al artista aprovechando como siempre la grandiosa oportunidad de vendernos cualquier porquería, que la Gallo esta con Carlos, que Telefónica esta con Carlos, que bonito todos están con Carlos y de paso se ganan sus centavitos extras. En el bus, fue incontrolable mi shutada y escuchaba a terceros comentar sobre lo mismo… Carlos Peña. Pareciera que no se hablara de otra cosa y es que entre tanta pena que al guatemalteco aqueja, algo así pareciera un refrescante balde de agua fría en medio de un árido y seco desierto, es el perfecto distractor a la cruel realidad que pesa en cada individuo, que quita el hambre, que harta a morir. Y no es que el patojo no merezca que se le apoye, hay que aceptarlo canta bien, tiene talento. Las radiodifusoras hacen patente su apoyo en cada oportunidad, en los medios televisivos pasan clips de su ultima actuación e invitan al voto y es que pareciera que Guatemala entera ha dejado sus tantas diferencias, sus tantas discrepancias, su histórica apatía y se ha unido como un gigante invencible al apoyo del personaje en mención, no esta mal, nada mal…pero….acaso, pregunto yo ¿era necesario que el muchacho se atravesará medio continente para que le pusieran atención? Pareciera que necesitamos la aprobación de terceros para reconocer el talento y apoyarlo, lo más importante. ¿Era necesario acaso, que el patojo apareciera en una cadena televisiva internacional con gran rating para que los medios locales difundieran su nombre y su actuación? Y es que tenemos la idea predeterminada que todo lo hecho en guate es por naturaleza de mala calidad. En los medios de comunicación el día de hoy aplaudían al pueblo por el apoyo brindado al chapín, ¿pero acaso no hay a nadie más a quien apoyar? ¿y que es lo que hay que aplaudir? Cuando esa unidad debiera ser puesta en práctica en cuestiones de mayor trascendencia como lo es el propio destino de nuestra patria que marcha con rumbo indefinido, tambaleando el porvenir a la orilla de un precipicio al que no se le nota fondo y repito, no digo que no lo hagas, si a vos te nace del corazón y te sobra el pisto, manda tus mensajitos y hace que nuestro connacional gane el concurso de canto, por que claro esta que no es más que eso, un concurso. Trataré de no salirme del tema cosa que creo me será imposible producto de la impericia de mi escritura. En Guatemala existe y han existido personas con increíble talento y nunca se le ha dado apoyo, no hablo solo de cantantes. Grandes escritores, actores, pintores, músicos, científicos, profesionales de cualquier área, intelectuales, lideres verdaderos y la mayoría de veces en vez de apoyo lo que encontraron fue balas; asesinados, despojada Guatemala de grandes mentes, de grandes hombres y mujeres, de los tan ansiados mejores tiempos. Es la indiferencia de nuestra gente lo que nos tiene como estamos, y a mi en lo personal lo que pase en American Idol me tiene sin cuidado, hay otras cuestiones mucho más importantes que me quitan el sueño. Tendríamos que hacer una profunda reflexión del por que de nuestra indiferencia hacia prácticamente todo, ah…pero no vaya ser la selección de fút o Latin American Idol por que ahí la cosa cambia, el mundo entero se vuelca hacia eso y se convierte en los más importante, por lo menos este ultimo da resultados positivos y no se queda en el casi como los otros. En este país las puertas están cerradas para todo aquel que quiera trascender, y el que lo haga, tiene que armarse de valor para irse a la tiznada, dejar todo lo conocido, todo lo querido y enfrentarse a un destino y futuro incierto, ejemplos sobran. La falta de oportunidades nos han dejado seguramente sin grandes talentos, cuantos niños en estos momentos, en el que vos leés esto en vez de estar en una escuela están en algún campo, en algún lugar, en algún rincón de este pedacito de país, arando la tierra del rico, sembrando con sudor el producto que se venderá en algún supermercado gringo o que acompañara la cena de los menos desafortunados. Cuantas niñas en vez de estar en una escuela donde exploten su capacidad creativa son explotadas sexualmente, como prendas a la venta, como un producto de consumo a la orden para saciar las más desquiciadas y enfermizas mentes, de aquellos consumistas al fin. De cuantos lideres nos habremos perdido en el correr de nuestra historia por el nulo acceso a la educación y cualquier otra oportunidad de crecimiento personal. Al pobre hay que mantenerlo inculto para que no se rebele han de pensar los dueños de la patria. A cuanta gente no se la ha interrumpido la vida por el escaso, casi nulo acceso a los servicios de salud, cuantos niños mueren al día de enfermedades tratables, enfermedades que en otros países son rutina pero que en estas tierras para alguien se transmutan a tragedia. Cuanto habremos perdido, quizá la solución que hemos aguardado por siglos. Cuantos Asturias, cuantos Monterforte, cuantos Efraín Recinos, cuantos Arévalo, cuantos Arbenz, cuantos Arjona y por que no… cuantos Carlos Peña no hemos perdido por las mismas deficiencias del estado y la misma indiferencia nuestra de no actuar y ponerle un alto a la historia sin fin, al circulito vicioso, ese que ya me tiene enfermo, hastiado, y que ha hecho de mi una máquina de enojos. Los que me conocen sabrán, que cuando hablo de estos derechos básicos y esenciales para cualquier humano, hago referencia siempre de Cuba, una islita con aproximadamente la misma extensión territorial, con la misma cantidad de población y con casi el mismo Producto Interno Bruto que el nuestro. No es un país rico, es un país casi como el nuestro, con la diferencia que no existe la lacra que tenemos nosotros y que nos ha dado por llamarle “Elite Empresarial” mal llamada así, por que no son más que gusanos que enchuquecen a nuestra amada patria y que nos despojan de los pocos recursos con los que contamos. Dejando eso por un lado para no salirme más del tema y molestar a más de alguno, Cuba ha optimizado sus escasos recursos dando prioridad a lo que es lo más importante, el pueblo. Los accesos de salud en Cuba debieran ser un modelo a seguir incluso en el mismísimo imperio, por que llega a la totalidad de su población, de manera tal, que vos no buscas al médico sino el médico te busca a vos, para darte un seguimiento, buscan la prevención y no la posterior curación de enfermedades, es un plan lógico y eficiente, al final de cuentas el estado se gasta menos previniendo. La educación gratuita en todos los niveles y obligatoria para niños hace del pueblo cubano un pueblo culto y educado, la única forma de lograr una verdadera libertad es educando al pueblo, la única forma de trascender en lo que se quiera es buscando tu crecimiento personal y para eso necesitas de oportunidades, de caminos abiertos. No haré mención de los problemas que en esta área nos aqueja a los chapines, eso ya lo sabemos. Contradiciendo al maestrísimo Silvio Rodríguez: EL SABER SI ES UN DERECHO y cada uno de nosotros deberíamos de tener libre acceso al conocimiento para fortalecer nuestras aptitudes y desarrollar nuestros talentos, pero concuerdo también con Silvio en algo: EL SABER DEBERIA SER UN IZQUIERDO talvez de esta manera llegaría a todos, curaría la grave enfermedad de la ignorancia, se disiparía nuestra indiferencia, la nube que no nos deja ver más allá de nuestras narices y que nos hace escoger ineptos gobernantes que limitan la vida misma y que nos privan de la grandeza que puede llegar a tener nuestro pueblo. El tiempo me traiciona y es por eso que debo parar, pero hay mucha tela que cortar y a mi se me suelta la lengua, mejor dicho en esta caso, los dedos y escribiría sin parar hasta terminar aburriendote si no es que ya lo he hecho. Hago una invitación a la reflexión siempre lo he creído, el cambio empieza en uno mismo, y no esperemos a que nuestros talentos se atraviezen el mundo, que triunfen en otro lado para luego reclamarlos como Guatemaltecos. Mientras tanto gracias por tu tiempo y por compartir otro cafecito con este diablo enmarañado.

15 de septiembre de 2007

15 de Septiembre ¿Libertad?

Este mes patrio es sin lugar a duda diferente a otros, en medio de campañas y estrategias políticas de ultima hora como actos desesperados para convencer al siempre crédulo pueblo chapín, en medio de aguaceros y de un solitario mini tornado que hizo estragos en algunas zonas de la ciudad guatemalteca, en medio del regocijo que causa el ver a un chapín triunfando internacionalmente en el programa de Latin American Idol y en medio de la zozobra que causa la imparable ola de violencia y el hambre de siempre. Por las calles desfilan ya los jóvenes adolescentes y niños entonando con sus bandas musicales las más recientes y populares canciones de reggeton y las celebres marchas marciales, haciendo de aquello una mezcla del carnaval de brasil y de un desfile militar, dejando como producto saldos negativos en los bolsillos de los consentidores padres que por si no tuvieran penas y deudas suficientes, compran uniformes ridículos, sombreritos con pelotitas de lana de colores, y hasta una cuota mensual por el gran honor de pertenecer a la banda escolar. Por otro lado están los que en vez de desfile escogen la famosa corredera con una antorcha que se les apaga cada diez minutos por la lluvia que no cesa en esta época y que aparte de la empapada tienen que soportar los gritos e insultos que vociferan los conductores enfadados por el caos vial de una ciudad en donde la cantidad de población ya supero a su infraestructura y por si fuera poco el carrerío se le tiene que adicionar la caravana que acompaña a los jóvenes patriotas en su gloriosa travesía, que bonito, tanto patriotismo. Los centros comerciales como siempre aprovechan la oportunidad y adornan sus comercios de azul y blanco, promoviendo ofertas que no podés desaprovechar por un aniversario más de la patria libre y soberana. Pero me pregunto, ¿Qué libertad? ¿Qué soberanía? Amigos que triste decir la verdad, la patria nunca ha sido libre ni mucho menos soberana. Si hacemos una remembranza de los acontecimientos de aquella época podemos entender por que es que estamos tan jodidos. En primera aquella independencia fue planeada por una elite criolla y nada más. El pueblo si no es tomado en cuenta hoy en nuestra “era democrática” imagínense en aquel entonces. Gabino Gainza, nuestro prócer y uno de los principales protagonistas de la independencia era un españolete que fue expulsado de chile por su relación con los independecistas de aquel lugar y vino a parar por estos rumbos por su influencia con la corona española, con el mismo propósito, hacerse de amistad con las grandes familias criollas que ansiaban más que nadie fundar un paísito para apoderase totalmente de las riquezas sin rendirle cuentas ni pagar porcentajes a nadie. Que libertad ni que chingados, aquellos se convertirían formalmente en los grandes terratenientes explotadores de nuestra gente, los mismos que siguen hasta hoy, con la diferencia de titulo, ahora se hacen llamar empresarios. No me interesa profundizar más en la historia de la independencia, lo que dicen los libros es muy bonito pero la realidad es otra, la historia la hacen los vencedores dicen por ahí pero el pueblo no ha tenido todavía la oportunidad de escribir su propia historia. Hoy, vivimos las consecuencias de la colonización española, de las décadas de nefastos gobiernos dirigidos por aquellos hombres, de los incontables abusos y sometimiento forzoso de nuestros pueblos indígenas y de la increíble y mal repartición de riqueza. Hoy aquellas familias continúan talvez con otros apellidos siendo dueñas de enormes proporciones de tierra y de la mayor parte de la riqueza del país, se han vuelto industriales, grandes empresarios, banqueros, multimillonarios en un país donde el 80% de su población es pobre y al menos la mitad de estos vive en extrema pobreza. Hoy en día se habla mucho de la ingobernabilidad, se habla mucho de un estado fallido, pero perdonen y por favor no me mal interpreten, soy chapín y amo a mi país, pero Guatemala como tal es una proyecto fallido desde sus inicios y lo es no por su gente, si no por la forma en que fue concebida, por que lo fue no con el propósito de formar una patria digna y soberana, si no una gran empresa para el beneficio de los mismos de siempre. Como decía, la historia la hacen los vencedores y la historia esta ahí para aprender, para comprender nuestro presente, pero la historia también es un libro abierto, con miles de hojas en blanco esperando ser escritas por aquel que se anime. ¿Qué estamos esperando? no permitamos más que aquellos lo hagan por nosotros. Como sea, es un mes donde nos podemos dar el lujo de ser patriotas, pero no hemos de celebrar. No es patriota el que adorna de azul y blanco su casa, no es patriota el que coloca banderitas de a diez pesos en las ventanillas de su carro y no lo es mucho menos aquel que decide vestir con todo orgullo la camiseta de la selección de fútbol. Un verdadero patriota es aquel que actúa, es el que lucha, el que propone, el que apuesta por un futuro mejor, pero sobre todo es aquel que sabe que el cambio no va a llegar por si solo y que esta dispuesto a entregar su vida a cambio de una verdadera y sólida libertad. Feliz día de la Dependencia.

13 de septiembre de 2007

11 De Septiembre

"El 11 de septiembre, enemigos de la libertad cometieron un acto de guerra contra nuestro país. Estados Unidos ha conocido guerras, pero en los últimos 136 años han sido guerras en suelo extranjero, excepto por un domingo en 1941. Estados Unidos ha conocido bajas de guerra, pero no en el centro de una gran ciudad en una mañana pacífica. Los estadounidenses han conocido ataques sorpresivos, pero nunca antes contra miles de ciudadanos. Todo esto nos llegó en un solo día y la noche cayó sobre un mundo diferente, un mundo en el que la libertad misma está bajo amenaza". George Bush, 21 de Septiembre de 2001.

Recuerdo bien aquel día, el sol abrazaba fuertemente a la ciudad de la Habana y el cielo claro, con su celeste angelical, invitaba a cualquiera a admirar la grandeza de la naturaleza, de la belleza de la vida y sobre todo a valorar el tener un día más para descubrir todos los silenciosos secretos que la vida misma guarda en cada rincón de nuestro planeta, me sentía bien. Qué pequeño mundo y tan grande a la vez, en la mente de cada quien existen una inmensidad de ideas y aquel día, alguien decidió pintar el cielo de gris a miles de millas de distancia de la isla en la que me encontraba. Sin embargo, el grito desesperado de todos los inocentes que aquel día perderían la vida pudo ser escuchado en cada pueblo, en cada hogar, en cada cabeza, por que no hay peor muerte que esa, la de morir por las manos de un cobarde oportunista, que se valdrá de todos los medios para alcanzar su objetivo y quizá así, por fin, saciar sus patológicas ansias de poder y de riqueza, haciendo honor a la máxima de Maquiavelo: El fin justifica los medios. No entraré en detalles ni mencionaré nada más de los atentados de las torres gemelas, de eso ya se ha hablado demasiado y todo mundo conoce o por lo menos tiene idea de lo que en realidad pasó, y aunque no tengás ni la más mínima idea de las causas o consecuencias del asunto, se que por lo menos lo visté en la tele y sabés de que te estoy hablando. Pero, ¿Sabés del otro 11 de Septiembre? Casi nadie lo menciona, los medios se encargan de hacer del aniversario de los atentados de Nueva York todo un show, pero nadie comenta el dolor y el sufrimiento que también el pueblo chileno sufrió también un martes, también un 11 de septiembre pero del año de 1973 cuando fue pisoteada y asesinada su incipiente libertad por fuerzas oscuras organizadas, financiadas y respaldadas por la todopoderosa CIA. No es para nadie un secreto que el gobierno de los Estados Unidos ha entrenado por medio de su órgano de inteligencia a miles de terroristas para que saboteen todo tipo de independencia en cualquier parte del mundo, poniendo como siempre cualquier clase de pretextos y argumentos que no terminan de convencer a nadie ni incluso a su propio pueblo. El cobarde golpe de estado y la consiguiente dictadura de Pinochet en Chile tienen sus antecedentes, Salvador Allende había ganado democráticamente las elecciones presidenciales en el año de 1970 proponiendo un estado socialista, el pueblo respondió, acudió al llamado y ejerció su derecho a elegir. Los cambios fueron notables, una reforma agraria repartía tierras a campesinos, por primera vez se respetaban los derechos y las vidas de los trabajadores mineros, la educación y salud se convirtieron la prioridad del estado, el pueblo chileno crecía y se encaminaba a un futuro prometedor, era un verdadero proceso revolucionario. En plena guerra fría, el siempre temeroso gobierno de Estados Unidos creía que Chile era una amenaza como Cuba, como la Guatemala de Arbenz, como la Nicaragua Sandinista y como todos aquellos pueblos que por su propia determinación han decidido soltarse las cadenas y lanzarse a la libertad, sin la opresión y dependencia de terceros. Nixon ordena un bloqueo económico que retumbó en la vida del pueblo, ya que Chile como todo país latinoamericano era totalmente dependiente de Estados Unidos, ¡no fue ni será suficiente!... las ilusiones y esperanzas de un pueblo jamás se matarán con hambre. Allende en una ocasión dijo que eran un Vietnam Silencioso. Dentro del estado y en sus fuerzas militares se fraguaban traiciones por parte de la basura oportunista, que no tienen otro nombre si no terroristas, por que lo que harían de allí en adelante sería aterrorizar por décadas al pueblo chileno. Pinochet era un hombre en el que Allende confió delegándole la comandancia general de sus fuerzas armadas, antes de esto ya se vivía en el país una tensión debido al acercamiento del presidente chileno con Fidel Castro, ya que Cuba significaba para algunos el puente que dividía a nuestra herida América y la U.R.S.S. Estados Unidos no podía aguantar más, prácticamente dio la orden y en Chile los gusanos se terminaron de organizar. Las Fuerzas Armadas tomaron el control en el país en poco tiempo, no se encontró mucha resistencia y la poca que hubo fue reducida en horas. Mientras tanto Allende desde su despacho en el Palacio de la Moneda, seguía de cerca las acciones cobardes del ejército y de los sectores del país explotadores del pueblo, que defendían sus intereses, sus riquezas acumuladas y los intereses de las sociedades anónimas norteamericanas dueñas de los recursos chilenos, organizados como ya dije por la CIA. Allende hizo un llamado al pueblo chileno a la serenidad, Allende era un grande, un estadista como ningún otro pero nunca quiso ver a su pueblo ensangrentado, no llamó al levantamiento popular armado, no, les pidió serenidad y les pidió que defendieran su libertad sin el uso de violencia. El palacio de la moneda era bombardeado por tierra con tanques y todo un arsenal de armas pesadas, mientras en el cielo chileno volaban aviones norteamericanos apoyando el bombardeo y liquidando toda esperanza de triunfo. Muchos murieron aquel día y los demás fueron perseguidos por décadas. Secuestros, torturas y desapariciones le aguardaba al pueblo chileno. Esa es la clase de libertad que defiende el gobierno de Estados Unidos. Allende nunca se rindió, se quitó la vida con un fusil AK-47 regalo de Fidel. Tal era la valentía de aquel hombre que prefirió morir antes de caer en manos enemigas, antes de ver a un pueblo sometido por la fuerza con las tácticas terroristas de la CIA, que entrenó gusanos para mantener el "orden" en la periferia del mundo, donde se sobrevive en vez de vivir, donde mueren las esperanzas con el ocaso y renacen cual ave fénix con el sol de la mañana para luego volver a morir. Al inicio del presente post copié textualmente un fragmento del discurso que pronunciaría Bush días después de los atentados de Nueva York. Nada justifica el asesinato vil y cobarde de inocentes en cualquier parte del mundo, se condenaran por siempre los atentados contra las torres gemelas, pero aquello no es más que el resultado de sus propias acciones, tan culpable es el gobierno con tendencias imperialistas como el pueblo que lo mantiene en el poder. Como se atreve este señor a mencionar la palabra libertad, cuando ellos mismos han sido los mayores terroristas de la historia y los opacadores de relucientes libertades, mismas que han sido apagadas de un pisotón. Como tiene el descaro de acusar de aquellos ataques a los enemigos de la libertad, cuando hoy se conocen los vínculos de la familia Bush con la familia de Bin Laden y los intereses mutuos por el oro negro. Aquellas palabras solo podían salir de la boca del más nefasto e inepto presidente que ha tenido los Estados Unidos de América. A raíz del 11 de septiembre se desató la cruzada norteamericana contra el terrorismo. Amigo ya te digo, la guerra contra el terrorismo debió de haber empezado hace mucho, pero era ilógico, no podían bombardearse ellos mismos.



Discurso de Allende desde el palacio de la Moneda:

http://www.ciudadseva.com/textos/otros/ultimodi.htm Información Sobre golpe de estado:
http://www.archivochile.com/S_Allende_UP/otros_doc/SAotrosdoc0008.pdf

El Blogger Café

Tenía que ponerle un nombre, y este se basó en mis objetivos primordiales, que como ya deje claro no es perder el tiempo o al menos no perderlo con cualquiera si no con amigos y conocidos. Es por eso que nació este sitio, para poder mantener comunicación con todas aquellas personas que por alguna razón u otra no puedo ver muy seguido ni mucho menos sentarnos a conversar sobre lo sucedido en la semanao cualquier cosa que nos venga en gana. Tomémonos entonces una taza de café virtual para acompañar nuestra virtual conversación. Pretendo, que los que me conozcan recuerden lo que soy y lo que pienso, los que creen conocerme que me conozcan de verdad y los que no me conocen que puedan pretender que me conocen. Ojala y este sitio sea de tu agrado y lo visités seguido, trataré de crear nuevos post (ah…quien me oyera todo un blogger) cada semana, y que estos sean de tu interés, compartí este sitio con todas las personas que creas que les pueda interesar y también con las que no, quien quita y los hacemos cambiar de opinión. Cada entrada y comentario que haga será toda responsabilidad mía, lo digo desde ya y si querés opinar sobre algún tema, estas en toda la libertad de hacerlo, desde ya te doy gracias por haber llegado hasta acá y espero no sea la ultima vez que visites este rincón de bohemios "El Blogger Café".

LA BLOGOSFERA

Realmente no sé como empezar, supongo que dándoles la bienvenida a este nuevo sitio. Es la primera vez que hago esto y mi falta de experiencia será notable en las líneas subsiguientes. Para ser sincero, soy nuevo en todo este mundo de tecnología, a penas acabo de descubrir el hi-5 y en el Internet me he limitado a revisar mi correo electrónico y a buscar información utilizando como medio los más famosos y efectivos motores de búsqueda de la Web. Fue así, buscando algo... que más de alguna vez llegue sin querer a alguno de estos BLOGGS. Un weblog, también llamado blog o bitácora, es un sitio web donde se recopilan cronológicamente mensajes de uno o varios autores, sobre una temática en particular siempre conservando el autor la libertad de dejar publicado lo que crea pertinente. Existen muchos tipos de bloggs, los hay sobre temas específicos (temáticos), de tipo personal (Diarios), Bloggs Colaborativos (compartidos), Fotologs (mucho más graficos), etc. Al principio, me parecían realmente inútiles y me imaginaba a todo aquel que pasaba buena parte de su tiempo dedicándolo a escribir tonterías como alguien realmente solo, que triste pensé, el tener que compartir sentimientos, ideas, anécdotas y hasta chistes con gente que nunca vas a conocer, la fluidez de una charla dependerá entonces de la velocidad de tu Internet y nunca podrás comprobar el poder de una palabra si no se pueden ver los ojos sinceros de quien te la dice. Si bien es cierto, es un medio muy frío para entablar relaciones, el fenómeno de la Blogosfera recorre toda la Web y cada vez somos más los que decimos: ¿Por que no?, Y es que es mucho más que aquello, no es simplemente un lugar de gente solitaria y sin nada que hacer, es un medio más de comunicación, es una puerta abierta al crecimiento personal por medio del intercambio cultural e ideológico, es como un libro en blanco esperando ser escrito y puede sobre todo llegar a ser (si se utiliza bien), una herramienta para lograr un verdadero cambio.

Nota: Más información http://www.tejedoresdelweb.com/307/article-69347.html