21 de septiembre de 2007

El silencioso correr del tiempo

La patria. Un día cualquiera de un año de tantos. El parque central lleno de gente. Niños gritando y revoloteando de un lado a otro entre palomas alborotadas y ventas de domingo. Entre borrachos, travestís, mujeres de mala vida y ladronzuelos que como ave de rapiña esperan sigilosas caer sobre su víctima indefensa. Inerte es la suerte y lo demás cae por su propio peso. La tarde fresca, el verde claro. El viento sopla suave entre los caminos pedregosos hacia lo imposible; aquellos caminos cruzados, confusos e indefinidos. El destino inevitable. Un pasaje de ida y sin vuelta atrás. El cielo azul volando raso sobre el suelo y a poca distancia; el infierno, acariciando el subsuelo, abrazado de la angustia, del miedo, del temor y de la incertidumbre que nace con toda nueva empresa. Infierno de invierno, invierno de julio, julio de tristezas; de angustias y soledad. Soledad macabra y macabro el día en que el sol decidió asomar su cara ante una ciudad cansada; hastiada y petrificada en el recuerdo de sus tantos días, semanas, meses, años, décadas y siglos de andanzas apresuradas y luego de pereza solemne. De andanzas apresuradas y eterna pereza solemne, de andanzas apresuradas y peraza intermitente. De andanzas perezosas y apresuramientos solemnes. Violada, ultrajada, sobornada y al fin acorazada ante el bochorno de la realidad, por las tantas contradicciones, por el dolor inasible, por el tiempo perpetuo y por la miseria que nunca fue ni mucho menos será ajena.

2 comentarios:

CHAPU CATRE dijo...

Q onda amigo espero que estes bn, y si comparto con vos que cada dia uno mira que los sentimientos es lo mas importante de la vida, aceptar nuestra realidad y demostrarlo es reconfortante y qeu mejor q expresarlo por actos y palabras jajaj mandame tu email y charlamos. Felicidades por tu blogger cafe muy bueno cuidate orale

lu! dijo...

Pero sabes, apesar de todo eso, el sábado sentadita con un amigo a las casi 9 de la noche en el portal del comercio, viendo la fuente con el palacio de fondo, me doy cuenta de como la amo...

ahora solo es cosa de ver como la queremos seguir viendo.

Gracias por las leiditas a mis letras.

saluditos

lu